Lleva un mes lloviendo, el suelo se saturó terminando dañando lo que no estaba roto y desnundando deudas de antaño.
Otros, como la inundación de frente a la Sirena de la Charles, la esquina de Megacentro, Carretera de Mendoza, puntos acostumbrados en los barrios, que siempre se inundan, dijeron presente mientras otros «descubrimientos» anunciaron que, por más que se hizo una vez, o se volvió a hacer, siempre faltó un plan, recursos y tiempo.
La limpieza de los tragantes en la ciudad no debe obedecer a que doña Lluvia nos señale los lugares sino a una planificación completa de los puntos que deben ser regularmente limpiados, en las épocas a hacerlo (antes de las lluvias y ciclones) y poder anticiparse a esos tiempos.
Está claro que la improvisación debe quedar en el olvido.
Las recientes lluvias nos dijeron que las obras millonarias de la pasada alcaldia en la calle Charles de Gaulle a la Altura de la tienda la Sirena, si bien resolvió un tiempo, no fue suficiente pero desnudó el nacimiento de un nuevo rio debajo del puente «de la 17» justo en la via que conecta la Avenida Venezuela con la Entrada a los Tres Brazos…
Mientras, el gobierno pasado, en su invasión a parqueo del Parque Del Este para construir una contaminante terminal, terminó creando otro punto de inundación justo frente a la malvada obra que destruye el entorno verde de otros tiempos.
Es hora de cambiar y que dentro de la organización prometida se deje a las futuras generaciones de funcionarios planos de los puntos de la ciudad vulnerables, que deben ser atendidos y sobre todo, controlar que el crecimiento de Santo Domingo Este cuente con autorizaciones que contengan implícitos los temas de drenajes.
